agosto 06, 2011

White Saturdays! El vestido soñado de la princesa de HOLANDA.

Buenas tardes chic@s!  


"Uno aprende a amar, no cuando encuentra a la persona perfecta, sino cuando aprende a creer en la perfección de una persona imperfecta"

Que lindo sábado para compartir juntas. Hoy, como todos los sábados, revivimos otra boda, en este caso la de Máxima Zorreguieta y el príncipe Guillermo de Holanda. 



Millones de ciudadanos del planeta siguen pensando que las bodas de Príncipes se sirven envueltas en magia. Y no se equivocan. La boda protagonizada por Máxima con el príncipe Guillermo de Holanda, se ha servido envuelta en papel de celofán y ha sido un regalo para la vista y para el espíritu. Una vez más, en la historia del amor, el matrimonio de ambos significó el triunfo del romanticismo frente a la intransigencia, la puesta en marcha de un cuento de hadas en el que, la protagonista, Princesa de Orange, acaba de entrar envuelta en besos, lágrimas y sonrisas.


Máxima lució un modelo caracterizado por la sencillez, sin estridencias ni lujos innecesarios, nada más elegante y tan acorde con su personalidad. Una verdadera obra de arte de la Alta Costura en la que el diseñador italiano, Valentino, ha invertido tres meses para su realización.


En medio de la expectación de los cientos de personas que abarrotaban la plaza de Dam de la capital holandesa, Máxima Zorreguieta hizo su aparición a las puertas del Palacio Real del brazo de Guillermo ataviada con un espectacular vestido de color blanco marfil. 



El diseño, de manga larga ajustada, discreto cuello redondeado -tipo Audrey-Hepburn-, cuerpo liso sin ningún adorno, salvo dos aplicaciones de encaje a ambos lados de la falda, y escaso vuelo, tenía una llamativa cola de cinco metros de larga. El velo, confeccionado en tul de seda con detalles florales hechos a mano, estaba sujeto con una deslumbrante y valiosísima tiara de estrellas, la misma que lució la reina Beatriz en su boda con el príncipe Claus hace 35 años.


Junto a la tiara, la novia lucía unos sencillos pendientes largos y una pulsera de diamantes engarzados en platino a juego como únicos adornos. Entre las manos portaba un bonito bouquet formado por rosas, gardenias y lirios blancos, que la novia llevó consigo en todo momento, incluso, durante el saludo a sus conciudadanos desde el balcón de Palacio.


No obstante, la novia no sólo llamó la atención, por su bellísimo vestido o sus joyas, también por su discreto peinado, compuesto por un sencillo moño bajo que resaltaba a la perfección sus bellas facciones al mismo tiempo que permitía ver la inmensa felicidad que reflejaba su sonrisa.





¿Un vestido y una boda de ensueño, verdad? Que sean felices!!




2 comentarios:

  1. a mi el vestido no me gusta mucho la verdad, pero la entrada esta muy bien!!!
    pasate: http://lessiestablon.blogspot.com

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  2. her dress is classic.


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